lunes, 12 de agosto de 2013

LADRONES DE LA FAMA (THE BLING RING)





Por Joaquín Peña Arana

Uno llegaría a pensar que Sofia Coppola no ha encontrado la puerta a la solidez cinematográfica. A lo mejor su dilema es que se le juzga por ser Sofia Coppola.

Pero vámonos por partes. ¿Qué hay en Ladrones de la Fama?: un grupo de chamacas y un chavo de clase media o media alta que viven la obsesión por los famosos y sus lujos - algo habitual en la chaviza de hoy - hasta que les seduce obtener a costa de lo que sea la vida de ropa de marca, artículos de diseñador, droga y demás acelere.

He leído algunas críticas donde aseguran que las y el integrante de la pandilla buscan la fama. No comparto esa opinión. Como cualquier tarado o tarada que vive con el Facebook pegado al ombligo, les encanta exhibir y exhibirse. Sí, hay mucho narcisismo pero más que la fama, les impulsa la codicia. Gozar lo ajeno como propio. Qué importa si para eso allanan casas y roban lo que pueden. Más, si las casas son de Paris Hilton o Lindsay Lohan.

No creo que el filme de Sofia Coppola sea un elogio a la fama. Más bien, parece mostrar el martirio de tenerla. Uitliza un tono de farsa o comedia negra para saturar la pantalla de la obsesión no de la fama en sí, sino de los famosos. Llega un momento en que la pandilla de ladronas y ladrón vive sólo para eso. Escuché también que la película alentaría a creer que se puede robar de esa manera sin recibir castigo. Falso. Quien lo comentó quizás no se quedó a ver el final.

Lo que parece de invento loco es la extraordinaria facilidad con la que cometen los robos. ¿Orlando Bloom, Paris Hilton, Megan Fox, Rachel Bilson, dejan sus casas sin poner el seguro a las puertas?  Mmm…a ver si un día vamos a Beverly Hills a comprobarlo. En cuanto al elenco, Emma Watson es la única famosa y salta a la vista que es la actriz de mayor experiencia ¡y qué delgada y grande está!  Jamás me cruzó por la mente estar viendo una Hermione adolescente. Ahí la lleva, dejando el pasado harrypottersco y labrando su propio camino. Del resto, quizás habría que seguir a Katie Chang.

Se recomienda ver Ladrones de la Fama, no como una fiel recreación de la verdadera Bling Ring, sino apegándonos a lo que se advierte en los créditos iniciales: inspirada en hechos reales. Por disparatado que parezca, lo que se verá en la pantalla ocurrió. Tan real como la opulencia de Paris Hilton.




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