Por Joaquín Peña Arana
(ALERTA DE SPOILERS)
Todo iba más o menos bien hasta la escena de la masacre en la piscina.
Y alguien dirá "Joaquín, ¿qué esperabas? Es una película de Tarantino". Sí, ya lo sé. Pero hasta el propio Tarantino debería saber en qué momento ponerse o no tarantiano. Entiendo que Cliff Booth es toda una máquina de guerra pero de ahí a resolver la escena como si estuviéramos viendo Kill Bill o Django en Cadenas me hizo un ruido tremendo. Y eso de que salga Rick Dalton con el lanzallamas. No mam*n.
Antes de continuar, permítanme incursionar en el asunto de la pelea entre Booth y Lee. Sí, dicen que Bruce Lee era medio mamuco pero, quienes trabajaron más de cerca con él, afirman que era su forma de exigir más calidad en las escenas o de abrirse paso en un medio hollywoodense cerrado para un actor oriental con ganas de ser algo más que el sirviente. Pero la manera en que se desarrolla esa escena, haciendo que primero como que Booth cae derrotado así de fácil (se sobrentiende que estaba estudiando a Bruce) para, luego, darle ese golpazo contra el auto azul, ¿está de creerse? No soy experto en Bruce Lee pero, hasta donde sé, no acostumbraba irse al ataque así como desquiciado. Ahora resulta que Tarantino quiso retratar a Bruce Lee tal y como era. ¿Ah, sí? ¿Y qué pasa con el resto de los personajes de la vida real que aparecen en la película? Porque entonces su final, donde modifica la historia tal y como ocurrió, se contrapone con su planteamiento de lo que debe ser "la realidad". Entonces, ¿la carta de amor a Bruce Lee que vimos (o creímos ver) en Kill Bill Volumen 1 era una mentira? Eso sí, que le tiene amor a su personaje Booth, le tiene. ¿Se fijaron lo mucho que lo cuida para que jamás se vea mal, incluso si está a punto de matar a su esposa?
Érase una vez en Hollywood es una obra muy elaborada. De eso ni duda cabe. Tarantino y el resto del equipo se tomaron muchas molestias para recrear hasta en detalles mínimos los años sesenta, y tiene su encanto que nos recuerde que el cine e ir a ver películas era muy distinto a la época actual. Leí en alguna parte que la película es "una carta de amor al cine". Sí, es posible que eso sea lo que Tarantino pretendió. Metacine dirán lo que les gusta dárselas de teóricos o analistas. Carta de amor al cine y a las series de TV de esa época. Cine de pantalla chica.
El cine hollywoodense era de un glamour esplendoroso pero también de una dureza descarnada. Quizás en eso no han cambiado mucho las cosas. La decadencia de un Rick Dalton desesperado porque se le está acabando el camino es el eje de todo lo que acontece pero, ya ven: ojalá que las cosas de la vida se pudieran resolver embriagándose con una jarra de margarita y achicharrando a parte de la familia Manson.
No quiero terminar mi perorata sin mencionar lo más importante: el reparto tiene un desempeño im-pe-ca-ble. Ni crean que hacerla de guardaespaldas encantador es fácil. Tiene su chiste. Y Brad Pitt lo hace de maravilla. Pero DiCaprio, ¡DiCaprio, el gran DiCaprio! Ah, y yo diría que observemos más de cerca a Julia Butters. Me recordó las primeras veces que vi a Kirsten Dunst o a Dakota Fanning cuando eran niñas. Quizás Julia nos ofrezca más sorpresas en los años venideros. Y Pacino. Siempre me da gusto verlo en buenos papeles. Ah, y también a Zoe Bell. Hasta el momento ha caído como anillo al dedo en el mundo Tarantino, aunque parezca que siempre interpreta el mismo papel.
Se me estaba pasando lo de Tarantino y la polémica con Shannon, la hija de Bruce Lee. ¿Si vieron por ahí que Tarantino expresó que puede comprenderla porque es la ch*ngada hija de Bruce pero el resto de a quienes no les gustó su película que se vayan a chupar un pene? Aquí apelo a su mejor traducción del inglés. Tengo entendido que la frase original es "but everybody else go suck a dick". En todo caso, el sentido debe ser algo así como "pueden irse mucho a la ch*ngada". Así las cosas, no tengo por qué hacerle caso a Tarantino pero, quizás, bien podría esperarme a que su siguiente película esté disponible en una plataforma de paga, para no tener que ir al cine y pagar un boleto. Pero con eso de que dicen que la siguiente sería la última, quién sabe. Quizás me gane el morbo y las ganas de aplaudirle para despedir su trayectoria o gritar "Tarantino, go suck a dick".
Conste, él empezó.
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