Por Joaquín Peña Arana
Lo confieso: yo tampoco creía en ti, Daniel Craig.
Cuando me enteré de tu elección como el nuevo James Bond, fui de los que también pensaron "¿cómo que un 007 rubio y de ojos azules? No inventen". Y creo que no fui el único.
Luego, llegó Casino Royale. No me llenó. Y no porque sea mala. He dicho varias veces que hacer cine no son enchiladas. Es mucho esfuerzo, mucha gente. El cine es un monumental acto de hacer de un rompecabezas una obra artística. Pero es que ver a ese Bond...tan violento...tan frío...desprovisto del glamour y porte de antaño, que no le tiene respeto ni a M. ¡Compréndeme, por favor compréndeme! Yo empecé a tener conciencia de James Bond a partir de Roger Moore. Con el tiempo supe que, en la pantalla, todo inició con Sean Connery y me había quedado hasta Pierce Brosnan antes de tu elección. Incluso, me gustaba (y me gusta) la etapa de Pierce. Para mí fue quien inició el proceso de "humanización" del 007.
Después de tu Casino Royale, llegó Quantum of Solace. Y yo seguía más o menos igual. Todavía no me acostumbraba. No aceptaba. Y eso que me parece simpático eso de ver a un Bond hablando poquito español, viajando en un vocho (yo tuve uno, así que para mí esa escena fue encantadora) y que participaran mis paisanos Joaquín Cosío y Jesús Ochoa (a quien, por lo visto, le hicieron falta más clases de inglés).
Pero, entonces, llegó Skyfall. ¡Skyfall!
Skyfall: equilibrio de los universos. Skyfall: puente impecable entre pasado y presente. Me faltan todavía algunas películas Bond por ver pero Skyfall ya ocupa un sitio privilegiado. Es perfecta, ¿qué peros le podemos poner? Javier Bardem es el archienemigo exacto. Judi Dench es nuestra Chica Bond (Naomi Harris tiene su propio lugar como ya saben quién). Skyfall es una obra de alto nivel. Es un regalo. El Bond más humano. El Bond listo para regresar al trabajo.
Spectre es maravillosa para quienes saben más del mundo Bond que yo. Hay detalles que se me escapan. Pero, qué te puedo decir: amo esos minutos iniciales en México. Mi México. Aunque se echan dos-tres edificios en el camino. Los Muertos vivos están.
Y Sin Tiempo para Morir venía en camino cuando se nos atravesó la pandemia.
Finalmente, ha llegado el momento. Y, también, el tiempo para decirle adiós al personaje ¿Que te resultó una tortura interpretarlo? Es que ni siquiera lo buscaste. Lo que tengo entendido es que Barbara Broccoli fue quien te buscó. Quizás sospechabas lo que se vendría encima. Quizás, sabias que tu vida y la de la personas que amas no volvería a ser la misma. Todavía no hacían la primera toma y ya sentías el peso de ser Bond.
De lo que no me queda en duda es que eres un gran actor. Pero, también, una buena persona. Esa es la impresión que tengo de ti.
Lo denotas en las entrevistas que has dado a lo largo de tu vida profesional. Si mal no recuerdo, la primera ocasión en que percibí eso fue en Camino a la Perdición. En ese entonces había unas cosas llamadas DVD y, en ocasiones, incluían escenas extras, el making of y entrevistas. Ahí te vi hablando de tu personaje. Sentí que no te gustaba pero lo encarnaste tal como debía ser. Desde ahí, me di cuenta de tu capacidad para intepretar vidas que son muy ajenas a quien eres en la vida real. Por eso, a mí no me extrañó que se te salieran las lágrimas en la despedida tras la útima toma de Sin Tiempo para Morir
Así las cosas, Daniel Craig. Llegó el tiempo de decirle adiós al personaje.
Solo cuatro palabras más: perdón, gracias, hasta pronto.
contactar en Twitter como Elisa Álvarez saludos nos conocimos en u lunes saliendo usted de un café lunes11 del mes.
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