Por Joaquín Peña Arana
Diles que no es tarde
¿Qué hacer cuando, por fin, nos hemos acabado toda la ecología del planeta y no quedan más que algunas hectáreas de bosques? Es el punto de partida de Silent Running, que en español conocemos como Naves Misteriosas.
El protagonista, Freeman Lowell, escoge su destino. Prefiere el sacrificio. Lo poco que pudo preservarse fue colocado en gigantescos domos que orbitan alrededor de Saturno. Lowell es parte del equipo de botánicos que tienen la misión de cuidar la preciosa carga hasta que reciben la contraorden de destruirla. Lowell se convierte en un hombre que prefiere romper con la raza humana y huir con el domo que pudo salvar sin más compañía que dos robots, sus aliados en la empresa que se ha echado a cuestas. A la postre, sus mejores amigos.
Esta película ya es considerada un clásico. Bruce Dern tiene una prolífica carrera y Silent Running es considerada de sus mejores actuaciones. Douglas Trumbull debutó como director pero es más conocido por su labor en efectos especiales, ya había demostrado su talento en 2001 y lo seguiría haciendo en otras como Encuentros Cercanos y Blade Runner. Michael Cimino y Steven Bochco formaron parte del equipo de guionistas pero todavía les aguardaban grandes logros, el primero en cine y el segundo en la pantalla chica. Y sí, acertaron, las dos rolas que se escuchan las intepreta Joan Baez.