domingo, 23 de agosto de 2009

EL HOMBRE QUE CAYÓ A LA TIERRA





Por Joaquín Peña Arana                                   


Ícaro del espacio exterior

El Hombre que Cayó a la Tierra tiene las características del tipo de cine de ciencia ficción que se hacía en los sesentas y entrados los setentas previo a la llegada de la locura guerradelasgalaxianas. Un tipo de cine reflexivo, extraño si se le quiere ver así, donde el argumento, más que los ornatos que le rodean, es el eje básico. 

David Bowie cayó como anillo al dedo para el papel principal. En 1976 vivía un aquelarre rockero que lo tenía hundido en giras, drogas y acelere. Todos coinciden en que estaba extremadamente delgado y traslúcido de la piel, perfecto para encarnar a un millonario de costumbres extrañamente patológicas, obsesionado por el agua, dotado de secretos de alta tecnología. Thomas Jerome Newton esconde varios secretos, uno de ellos, fundamental : no pertenece a este planeta.


Fue el primer filme que Bowie protagonizó como actor. Nicolas Roeg ya tenía camino hecho como fotógrafo en el mundillo del cine y esta fue su cuarta película como director. Su ritmo, estilo, estética, y por supuesto su actor principal, la han convertido en un clásico algo olvidado, sólo para entendidos o fanáticos.  


Me da la impresión que no tarda un redescubrimiento de El Hombre que Cayó a la Tierra. Espero que David Bowie no tenga que partir hacia las pléyades para que eso ocurra.


23 DE AGOSTO DEL 2009 

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