Por Joaquín Peña Arana
Jamás he estado en Puerto Vallarta. Desconozco si, en verdad, era en los años sesenta una población casi aislada del resto del país. No sé qué tan cierto es que, cada una o dos semanas, una avioneta llevaba víveres y mercancías que de otra forma no hubiera podido llegar. Me gustaría comprobar lo que me dijeron hace poco: ante la falta de una carretera, Elizabeth Taylor mandó a hacer una para el pueblo.