Por Joaquín Peña Arana
Hace poco vi, otra vez, Réquiem por un Sueño. Sinceramente, no me acordaba que el elenco de la que, en su momento, era la película que había que ver, estaba integrado por Jared Leto, Jennifer Connelly y Marlon Wayans.
¿Hay alguien por ahí que, tan sólo al escuchar estos nombres, tenga ganas de vomitar?
Es que son las vueltas de la vida. En su momento, fueron las personas idóneas para el trabajo de Darren Aronosfky. Lo de comentar la película lo dejaré para otra ocasión. El tema a proponer es: qué juzgamos y con base en qué.
Volvamos con los actores. ¿Se les puede reprochar a Leto, Connelly y Wayans su desempeño en el filme (Ellen Burstyn no entra en el paquete, es punto y aparte). No veo elementos para objetarles su trabajo. Pero…¡ah!, díganle a algún advenedizo de esos que (dizque) se las dan de intelectuales chocantes “oye, te invito a ver una película bien chida, salen Jared Leto, Jennifer Connally y Marlon Wayans”. Casi lo estoy viendo: “¿Quién, Leto? ¿Ese que tiene cara de idiota, el que sale en Alejandro y en La Habitación del Pánico? Y déjame ver, esa Jennifer es la tarada de Hulk, el bodrio ese de Ang Lee, y creo que salió también en la porquería de Una Mente Brillante. ¿Sabes qué?,no gracias. Fíjate que conozco películas y actores mucho mejores”.
Imagínense si le explico que Marlon Wayans es el de ¿Dónde Están Las Rubias?
Me dijo alguna vez una escritora que ella no veía cine comercial sino sólo cine de arte. “Ah, entonces ves puras de Takeshi Kitano”,le dije. Me vio con no sé qué mirada de juicio, severidad o a lo mejor, muy en lo profundo, se preguntó ¿quién ingaos es ese? Y qué tiene si no lo sabía.
Yo estoy convencido que, en esto del cine, no estamos obligados a saberlo todo ni tampoco a que nos guste todo. PERO…tampoco tenemos por qué rechazar a las primeras de cambio.
Démosle la oportunidad al filme. Luego lo hacemos trizas o elevamos a joya inmaculada, ya cuando estemos más tranquilos.
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