domingo, 20 de diciembre de 2015

STAR WARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA (STAR WARS: THE FORCE AWAKENS)




Por Joaquín Peña Arana


¿Por qué me quedé con la sensación que me quedaron a deber?

Y por favor, no me malinterpreten. Ir al cine a ver a la medianoche Star Wars: El Despertar de la Fuerza fue una gran experiencia. Tenía años que no me la pasaba tan bien en una sala llena donde la gente fuera a ver la película, no a tomarse selfies, platicar o contestar el teléfono. Vitoreamos todo lo que había que vitorear: “…a long time ago...”, la música de John Williams, el Halcón Milenario, Leia, ¡Han Solo y Chewbacca, qué forma de irrumpir en la pantalla!,  C3PO, R2D2, Luke. De eso se trataba: verles de nuevo y saber el resto de la historia en una película que sea eso y no un videojuego de dos horas y media. Entonces, ¿por qué la sensación de que algo faltó? Quizás yo quería un cierre espectacular para esta entrega en vez de una pausa de telenovela. Pero bueno, eso es lo de menos.

J.J. Abrams recuperó la esencia de La Guerra de las Galaxias. Jamás la habíamos visto tan real, tan detallada. Tan madura.¿Y qué onda con el nuevo reparto? En un principio tenía mis dudas sobre Daisy Ridley pero tal parece que podrá con el papel. John Boyega…no sé, parece asustado todo el tiempo pero eso podría explicarse por tantas broncas existenciales luego de ser stormtrooper toda la vida. Cuando Adam River se quitó el casco me parece que algunos se rieron: ¿a poco ese niño es el malo? Tiene más de 30 años pero ahí parece un chamaco, se ve totalmente miscasting. Ahora resulta que BB-8 transmite más emociones que él.

Tranquilo, Joaquín, tranquilo. Apenas vamos a empezando. Relájate. Diviértete. De eso se trata. De vivir esta pasión tan nuestra, gozar una historia que empezó cuando éramos niños. Yo no soy de tener cascos y parafernalia pero no pude resistir marginarme de vivir esto de Star Wars, máxime cuando sé que estuvo en buenas manos, mejores que en las de su creador. Suena gacho, pero así es.  Confiemos que Lucas continúe como asesor y nada más. 

No todos están contentos con esta entrega. Cuando se acabó la película escuché a un hombre decir “llegando a la casa voy a tirar todos mis muñecos”. Otro como que quería mentarle la madre a Walt Disney.  Yo no me puedo quejar mucho, me sentí muy bien a pesar de mi sensación de vacío. ¿Nos vemos en el 2017?



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