Por Joaquín Peña Arana
Pero no porque sea un
genio de la cinematografía. Es por otra cosa.
No hace mucho, estaba
viendo algunas viejas entregas de Apuntes de Cinéfilo y al releerlas me quedé
turulato (y también de una vez patidifuso). “¡En la torre! ¿Yo escribí eso?” Y
era de todo un poco: el contenido, estilo, redacción, sintaxis, tono. A veces, en particular eso:
el tono. De pronto, tuve unas colaboraciones
salvajes, furibundas. Joaquín convertido en una bestia indomable que tiraba
dentelladas mortales. ¡Roam roam roam! Grrrr.
¿Qué me pasó? Pues qué
les puedo decir. Son etapas.
Empecé en El Mañana de
Matamoros hace ya un buen de años (¿Fue en el 2006? Lupita, ayúdame a recordar,
por favor). Después, me invitaron en el suplemento Hojalata y paralelamente a
esto y aquello me dio por hacer un blog.
En el 2014 suspendí las colaboraciones, no sólo de cine sino en otras
actividades en que estaba involucrado, para tomarme un respiro, una especie de año
sabático. Ya cuando sentí que se me había bajado lo saturado, contacté a mi
amiga y editora en el periódico de Matamoros y aquí estoy otra vez. Con el
tiempo, como que los demonios que me cargaba en ese entonces se marcharon, al
menos algunos. Si tenía cien, digamos que ya nomás quedan noventa y cinco. Siento
que reflexiono un poco más lo que escribo. A veces me haga lo neuras cuando
siento que el producto cinematográfico no me satisfizo, pero bueno, parte del
show.
¿Y qué carambas tiene
que ver Lucas con todo esto? Pues que mi primer impulso al ver mis viejas
colaboraciones fue rehacerlas. “Me meto al blog, hago modificaciones, le quito
esto, le pongo aquello, ¡y listo! Ni quién se dé cuenta”. Pero, además de que
hacerlo es un relajo, me detuve porque acabé
aceptando que lo hecho, hecho está. Así pensaba, me expresaba y publicaba en
ese entonces. Ni modo. Es probable que,
con el tiempo, vuelva a comentar una película que ya reseñé. Quizás exprese
algo que se quedó pendiente. A veces el cine es como un libro y su apreciación
dependa del momento en la vida o el estado de ánimo. También puede ocurrir que se
me olvide que ya escribí de tal o cual película.
Así las cosas, opté por
dejar mis colaboraciones publicadas en blog tal y como están. Prefiero eso a
estar remendando una y otra y otra vez, indefinidamente, como Lucas. O a lo
mejor termino como Ridley Scott. ¡Ahí les van mis siete comentarios sobre La
Noche de un Día Difícil! Incluye finales alternativos y a la fregada la voz en
off.
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