miércoles, 27 de julio de 2016

MIGUEL GALVÁN




Por Joaquín Peña Arana



El chiste era éste.

En aquel 1999, cuando se estrenó Sexo,  Pudor y Lágrimas, todavía estaba reciente en la memoria de los televidentes un comercial protagonizado por el entonces desconocido comediante Miguel Galván.  Era un comercial del banco Bital (hoy HSBC).

Galván aparecía como maloso, hablando a la cámara, siempre en una sola toma, en primer plano. Narraba un robo que intentó cometer y en una parte dice “abusado porque si no te saco la tartamuda”. Ya casi al final dice “chaaale”. El comercial fue un éxito. Ahora he leído que lo dirigió Alejandro González Iñárritu. Habría que preguntarle un día de estos.

El caso es que en Sexo, Pudor y Lágrimas, cuando Tomás se sube al camión de naranjas y le habla al chofer, uno en el cine vio asomarse a Miguel Galván y de volada lo reconocimos como “el de la tartamuda”. Desde ese momento la escena se volvió graciosa y más agarró cuando Galván le dice “y a dónde lo llevo joven”  y Demián Bichir contesta “A Almoloya”. En ese momento estaba en boga el penal federal de Almoloya, así que la combinación Galván+Almoloya+que Galván dijera “ay yayayá” - más o menos parecido a su “chaaale” del comercial - hizo que soltáramos la carcajada, la cual fue aún más grande cuando se salieron las naranjas.

Entre el comercial, la película, algunas apariciones en la tele y presentaciones en foros de comediantes, la carrera de Miguel Galván comenzó en ascenso. Se le conoció como “El de la Tartamuda” o “El Comediante de la Tartamuda”. Su fama ascendió cuando participó en los programas de Eugenio Derbez y en La Hora Pico logró una combinación majestuosa con Adrián Uribe, Consuelo Duval, Lorena de la Garza, Reynaldo Rossano y Gustavo Munguía. Fue una figura frecuente en los programas de Televisa, incluso sus apariciones especiales aunque breves eran garantía de ver a un tipo profesional metido en su chamba. Al final de su carrera ya no le llamaban “La Tartamuda”. Ya era Miguel Galván.

Actuó en otras películas pero creo que nada se comparó a esos cuantos segundos de chofer de frutas en Sexo, Pudor y Lágrimas.


Miguel Galván murió a los 50 años de edad el 14 de abril del 2008, de insuficiencia renal. 



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