Por Joaquín Peña Arana
La vida para Mousse era la comodidad de un departamento sucio, tener como pareja a un músico y drogarse juntos hasta que un abrupto despertar en una sala de hospital la lleva a una realidad distinta. Lousie, está muerto. Ella está embarazada. Durante el funeral conocerá a Paul, el hermano homosexual de Louise, el cual siente simpatía por quien, hasta hace poco, era una extraña.
Sin saber a dónde ir y resintiendo el rechazo de la familia de Louise, Mousse se marcha de París a una casa en la costa, lejos de todo. Meses después, Paul acude a visitarla y esa decisión determinará el rumbo de sus vidas.
En mi opinión, una constante virtud del cine francés contemporáneo es la búsqueda de contar historias sobre la gente común. Sólo contarlas y vernos reflejadas en ellas. Quizá la línea argumental de El Refugio suene elaborada pero son evidentes los temas a examinar: la soledad, el aislamiento, la atracción sexual, la relación de pareja. Reencontrarse. Reinventarse. Definir quiénes y qué somos en realidad.
Francois Ozon es un director conocido por este y otros filmes, El Refugio le valió en el Festival de San Sebastián 2009 el Premio Especial del Jurado. Isabelle Carré hace cine desde 1985, ha trabajado con Ozon anteriormente, su presencia resulta embriagadora para no pocos y sí, su embarazo es real (primera vez que veo a una actriz en gravidez actuando el papel). Louis-Ronan Choisy es cantante y compositor, este es su debut en cine y se encargó además de la música de la película, incluyendo la seductora canción que se convierte también en un personaje más.
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