lunes, 28 de febrero de 2011

KIRK, BIUTIFUL Y ANEXAS





Por Joaquín Peña Arana


Pese a todo lo que dicen quienes lo desprecian y/o lo odian, Alejandro González Iñárritu tiene algo a su favor: fue sincero al decir, desde un principio, que no se consideraba ganador del Oscar.  
     Y no. No creo fuere expresión del clásico enanismo mental mexicano. Aullaban sus detractores que su nominación era producto más de sus relaciones que la calidad de la obra. ¿Entonces el director de la película danesa tiene más amigos en Hollywood que el Negro?

     “Hay gente que hace películas de las que nadie habla”, dijo Natalie Portman, refiriéndose al ejército de hombres y mujeres que, cuasi en el anonimato, ayudan a construir las películas. Valdría la pena no olvidarlo, ¿no creen?

     Kik Douglas. Me emocionó verlo aparecer en el escenario, haciendo lo que la gente de su edad y categoría hacen: lo que se le vino en gana. Notable su lucidez, alegría, fortaleza. ¡Dios! Es que lo hubieran visto cuando le dieron el Oscar honorífico, ahí ya parecía que los quebrantos de la vejez amenazaban por desmoronarlo y mírenlo a sus 94 años.

¿Y será en verdad que estamos ante el nacimiento de una estrella?, porque así escuché que profetizaban el futuro del greñudo Luke Matheny, ganador del Oscar por Mejor Cortometraje. ¿Será? Bueno, no parece un improvisado; ya tiene unos añitos involucrado en hacer películas.  Si eso ocurre, está bien. Qué bueno que lleguen nuevas generaciones a renovar el ambiente.

Del resto, pues, ya se encargaron los demás. ¿O nos sumamos al linchamiento a James Franco?



No hay comentarios:

Publicar un comentario