SALVANDO AL SOLDADO PÉREZ

   Por Joaquín Peña Arana  

    Sé que hay detractores a “Salvando al Soldado Pérez”. No es de esperarse, para algunas personas carga el principal de los pecados: es mexicana. Eso, de por sí, es lo peor para no pocos de nuestros compatriotas que acuden, voraces, a las salas cinematográficas para tragarse todo lo que tenga letritas y esté en inglés.

     El título de la película evoca un súper churro. Ni es churro ni tampoco cine de arte. Eso sí, es mucho mejor lo que Beto Gómez nos ofrece luego de aquella fallida “Puños Rosas”.
     Mientras veía “Salvando al Soldado Pérez” por más que lo intenté, no pude dejar de pensar lo de costumbre: “para ser mexicana no está tan mal”. Estamos acostumbrados de sobremanera a que el cine hollywoodense se gaste las millonadas en recrear ambientaciones de tal o cual país o, simplemente, hacer maletas y trasladarse al que les plazca para darle verosimilitud al filme. Cuando una película nacional lo logra – y lo logra tan bien – es de aplaudirse. En el caso de Beto Gómez, aportó una asombrosa y equilibrada combinación de locaciones en el norte de México y rodaje directo en Turquía con lo cual nos hacen creer que están en Irak durante gran parte de la cinta.

   ¡Claro que hay momentos donde se pasan deveras! Tan sólo en la apertura de la cinta, ¿de verdad van a entrar una bola de empistolados a una clínica de Los Ángeles así nada más?, o en la parte esa donde salta de un edificio a otro con el sonidito del Hombre Nuclear. No inventen. Pero ahora, pasemos al cierre del comentario.  

   “Salvando al Soldado Pérez” es una parodia tanto del género de narcos como del cine gringo de aventuras. Y contra lo que opinan algunos, hay una historia, un conflicto de familia, cuya única alternativa de solución es, precisamente, esa: “traime a mi hijo”.

   Todos los actores están bien en sus respectivos papeles. Es más fácil citar el fatal miscasting de Adal Ramones. No sé por qué Beto Gómez lo convocó nuevamente (ya se la había hecho en "Puños Rosas").

   Después de esto, pienso que pueden venir mejores cosas de Beto Gómez. Sí, puede que el guión tuviera altibajos o baches pero hasta el momento, la tendencia de sus películas va hacia arriba.