Por Joaquín Peña Arana
El descubrimiento fue pura chiripa. Durante un viaje a San Antonio, Texas, mis cuates y yo entramos a un monumental restaurante que desbordaba temática mexicana en todos los rincones. Y ahí, en uno de sus muros, entre fotografías, murales, sombreros, ahí estaba Cantinflas en un cartel cinematográfico con un título totalmente desconocido para mí.