domingo, 5 de febrero de 2012

LA PIEL QUE HABITO




Por Joaquín Peña Arana

¿Qué hacemos ante la pérdida? ¿Llorar, resignarnos, perdonar?

Esas no fueron las alternativas elegidas por el personaje de Banderas.  Aquí, hay dos elementos: una nueva interpretación de la palabra venganza y  la obsesión por recuperar lo amado. ¿Es sádico el doctor Ledgard? Sin duda, pero no es su propósito. No se detiene a pensar. Sólo actúa.  Almodóvar hace que sus personajes tomen decisiones por encima de aquello que llamamos normales morales. No creo que alguien después de verla vaya a querer hacer lo mismo pero tampoco se descarta. Elegimos no porque una película nos diga qué hacer o nos justifique. El albedrío es nuestro justificante. 

Hay un experimento que sería interesante realizar. Si animáramos, por ejemplo a Carlos Reygadas,  a que su siguiente filme lo firmara otro. Él lo dirige, lo escribe etc. etc. pero a la hora de montarlo y publicitarlo creamos alguna especie de testaferro y le ponemos su nombre donde diga “director”.   Ya después de tres o seis meses de reseñas y elogios (en el supuesto que los haya) de repente ¡sorpresa!:  “fíjense que no era él sino yo, Reygadas, es que hizo ese filme”. ¿Y qué con eso? Nada más, es un experimento. El propósito es medir la reacción del crítico y del público.

Llevo unos años preguntándome qué juzgamos: la película o los nombres.

Confieso que no he visto los 21 filmes que Almodóvar lleva hasta la fecha pero, tras ver La Piel que Habito, quedé con la sensación de haber visto un filme Almodóvar, éste Almodóvar, el que está montado en hacer un cine maduro, oscuro si se le quiere ver así, donde las pasiones, el deseo, el amor y los rincones del comportamiento humano continúan formando la base medular de sus historias. ¿O qué querían? ¿Que Banderas siguiera haciendo papeles como los de Átame o La Ley del Deseo?

Habrá quienes extrañen los personajes tortuosos de barrio español o mujeres de estética cutrelux. Reviso lo que ha hecho Almodóvar últimamente y no, no vimos eso en Volver ni en Los Abrazos Rotos. Lo que hay son buenas historias, personajes bien tratados, excelentes actuaciones, música y canciones elegidas con exactitud, fotografía impecable. Quizás podamos denostar a Almodóvar pero no es cine desperdiciado. Ahí hay cine. Nada más.

Todavíalos críticos no saben qué hacer con La Piel que Habito. No saben si es thriller, ciencia ficción o  humor negro de extraña ambigüedad. Yo no me detengo en eso.  Se puede hablar de evolución en el trabajo de un director con base en lo que vemos en pantalla y en Almodóvar es innegable. De ahí a tratar de encasillarlo, no sé cómo.

En realidad no me preocupa. 





1 comentario:

  1. en definitiva la piel que habito es buena pero no lo mejor de Almodovar, tiene todos los elementos favoritos del director manejados con gran sutileza y cuestiones por demas ordinarias con la vision del cinematografo José Luis ALcaine se convierten en poesía visual,pero queda claro que lo mejor de Almodovar viene de historias completamente originales y no de adaptaciones

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