domingo, 22 de julio de 2012

MI HISTORIA SIN MÍ (I´M NOT THERE)





Por Joaquín Peña Arana



Ahí va, por si las dudas: ¿no sabes quién es Bob Dylan y ves esta película? De antemano estás frito.

El ejercicio fílmico de Todd Haynes es sólo para conocedores, única forma de interpretar qué está ocurriendo en la pantalla.  Un nuevo vistazo a I´m Not There me llevo, incluso, a pensar que Haynes lo odia un poquito. Pesqué la reiteración en señalarlo como un farsante, un tipo que se inventó una biografía de nómada trovador para justificar sus bravuconerías. Cómo de que no, lo mencionan en la parte del niño negro y la de Cale Blanchett.

I´m Not There es lanzarse desde un abismo a la vida de Bod Dylan, arrancarle fragmentos, volverse cenizas en el fuego de su humanidad y retornar encarnado en ave fénix para contar seis historias que intentan capturar partes esenciales de Robert Zimmerman.  Desconcierta si no se está preparado. Yo me sometí a una terapia dylaniana  releyendo la biografía escrita por Jordi Sierra i Fabra con Jordi Bianciotto.

No tengo qué decírselos: de las seis personas que encarnan a Dylan, Cale Blanchett fue quien se llevó las palmas (aunque me agrada el desparpajo del niño Marcus Carl Franklin), Pero ¿también porque la tuvo más facilita, por expresarlo de alguna forma? Le tocó el retrato más cercano al real: los años turbulentos de Newport, Londres, el “¡Judas!”, vamos, el Dylan más emblemático, mamón, existencialista, provocador, asediado por la prensa…y al final, nuevamente, el farsante.

¿Farsante? ¿No será que Dylan es humano y sus seguidores no se quieren dar cuenta? Como bien dice Sierra i Fabra, luego del trancazo que se dio en la moto ya no fue el mismo. Ahí están los relatos que encarnan Christian Bale o Heath Ledger.  Abordan el lado humano, demasiado humano. Un tipo que por muy genio que sea se comporta como cualquier hombre que se divorciao decide tener un renacimiento religioso y acepta a Jesús en su corazón.

I´m Not There puede ser densa en algunos momentos, hasta aburrida, inconexa, pero vale. Siento que a las películas hay que apreciarlas por lo que son, no necesariamente por los nombres que les rodean.  I´m Not There no debe ser justificarla porque es de Todd Haynes y es sobre Bob Dylan.
 
El resto es tu onda. 




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