lunes, 17 de septiembre de 2012

HABRÁ QUE VERLAS DE NUEVO






Por Joaquín Peña Arana



A lo mejor estoy mal o mi conocimiento del cine era demasiado púber. No sé.

¿Se acuerdan de aquello del Nuevo Cine Mexicano? Me explico: fue un periodo, allá de finales de los años ochenta y buena parte de los noventa, en que el cine nacional tuvo una especie de renacimiento. Tenía yo más o menos 20 años cuando inició.  Entusiasmado, iba al cine para apoyar a nuestro cine comprando mi boleto, mis palomitas y mi chesco.

En general, salí satisfecho, por extraña que pareciera la propuesta. Ahí me tienen aplastado viendo la cámara fija de La Tarea, las tribulaciones de Alvar Núñez Cabeza de Vaca,  la búsqueda existencialista de Lola, las locas aventuras de Pedro Armendáriz Jr. en Camino Largo a Tijuana (¿ya ni te acordabas de ella, verdad?).  Pero de repente…el tropezón. Después de ver La Leyenda de una Máscara, salí preguntándome si me habían visto la cara.

Ojo, no me estoy refiriendo a la totalidad de cine hecho en ese periodo. Mi pregunta es más extensa: ¿de verdad lo que nos presenta como calidad, la tiene?

No es la primera ocasión que me detengo en el tema.  En el caso de La Leyenda de una Máscara, recuerdo cómo se le dio promoción (la poca o mucha que se le podía dar a una película nacional en ese entonces) elogiando sus virtudes: que porque es un homenaje al género de luchadores, que porque tenía una animación (¡una animación en una película! ¡Paren las prensas!), y su historia mezcla de thriller, investigación, cine de vanguardia, a la Orson Welles (al menos, en la trama). Pues yo la recuerdo como un churro.

Pero no es el único caso. Lo mismo me ocurre con Bienvenido-Welcome, pero cuando busco información sobre ella sólo hay para esta cinta elogios elogios elogios. Y no creo que Gabriel Retes sea chafa, aquí ya me he ocupado de la monumental cinta Nuevo Mundo, para mí, una de las mejores del cine nacional (pero de poca circulación por ya se darán cuenta cuando la vean).  Entonces, qué rollo, ¿Bievenido-Welcome sí es lo que dicen que es o extradimensionarla es parte del show?

Por eso digo, a lo mejor necesito sentarme tranquilamente, respirar profundo, acomodarme en mi sofá o en la butaca y verlas de nuevo. Ya pasó tiempo suficiente. Los tiempos cambian.  A lo mejor y hasta me vuelvo fan de El Ángel Enmascarado.





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