Por
Joaquín Peña Arana
Llevo
algunos años intentando localizarlas. En esta ocasión me referiré sólo a dos.
Por
su manufactura, las ubico en algún momento en la segunda mitad de los años
sesenta y en los setenta. Ambas, protagonizadas por mujeres.
Era
una mujer, casada, aparentemente sin hijos. Vivían en una campiña inglesa, al
menos, eso parecía. Durante el
transcurso de la película habla con varias personas que, en apariencia, no
parecen tener una relación directa con la trama. Recuerdo en particular una
escena: ella despierta presa de un ataque de histeria, se levanta de la cama
cubriéndose con la sábana, intenta abrir la puerta y no puede. La sábana cae y ella queda, desnuda, de
espaldas a la cámara. Aparece su esposo, desnudo también, quien la abraza.
He
buscado el título en mil y un formas. Recuerdo que en español le pusieron algo
así como “Espejos” o “Espejismos”. La toma
final tiene que ver con una cascada.
La
otra película me suena estadounidense.
Se trata de una mujer, ya madura, quizás entre los 30 a 40 años, cuya
vida gira exclusivamente en cuidar a su padre, en silla de ruedas. Lo que ella
no sabe es que él sí puede caminar. Ella tiene como mascota a un
chimpancé.
De
las escenas que recuerdo: se fue a acostar con un marino que conoció (¿o era
parte de una de sus fantasías?), durante la cena le tira comida a su padre, por
alguna razón besa a otra mujer, en algún momento – al conversar con otra
persona – acepta que quemó una biblioteca…y que lo volvería a hacer.
Recuerdo
claramente los finales de ambas películas. No quiero adelantarlos, aunque sé
que ayudarían en mi búsqueda. Ahí les
encargo, por favor, si me pueden ayudar a localizar al menos los títulos
originales. No es que se haya convertido en obsesión pero llevo años haciendo
memoria.
Y
son buenas películas, de las que ayudaron a formar mi apetito cinematográfico.
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