Por
Joaquín Peña Arana
El
principal desafío para ver esta película es echar los prejuicios por la
ventana. Al principio, parece una especie de videoclip mal concebido, pastichoso,
con eyaculación precoz. Al final, quedé con un sentimiento que todavía no logro
definir pero… ¿arrepentido? Hasta el momento, no.
Hecho en México puede ser cuestionable, pero cómo lograr el acercamiento final a lo que es nuestra sociedad, nuestra cultura. A lo mejor Hecho en México asusta porque es avalancha, inundación de estímulos. El documental parece ir a ninguna parte pero contar México no es fácil. No lo ha sido después de tantos siglos. El inglés Duncan Bridgeman aparece como director pero es evidente la mano de Lynn Fainchtein en el proyecto. Que no extrañe la lluvia de sonidos por todos lados: mucha fusión y mestizaje cultural hasta en los huesos.
Hecho en México puede ser cuestionable, pero cómo lograr el acercamiento final a lo que es nuestra sociedad, nuestra cultura. A lo mejor Hecho en México asusta porque es avalancha, inundación de estímulos. El documental parece ir a ninguna parte pero contar México no es fácil. No lo ha sido después de tantos siglos. El inglés Duncan Bridgeman aparece como director pero es evidente la mano de Lynn Fainchtein en el proyecto. Que no extrañe la lluvia de sonidos por todos lados: mucha fusión y mestizaje cultural hasta en los huesos.
Quienes
atacan a Hecho en México tienen un argumento genial: “es que huele a Televisa”.
Ah, sí, aparecen en los créditos Emilio
Azcárraga y Bernardo Gómez y salen en la pantalla La Original Banda El Limón,
Gloria Trevi, Los Tucanes de Tijuana, Alejandro Fernández… A ver, a ver, pérenme, ¿pues no que a democratizar
los medios, pues no que a ser plurales, tolerantes, incluyentes? Hasta el momento,
la única arrepentida de haber participado es Carla Morrison, pero entonces,
¿los tacubos, Natalia Lafourcade, los
Molotov (¡el gran crítico de Televisa!), Residente (ese es puertorriqueño y como quiera tuvo espacio),
Lila Downs y la bola bola bola de rockeros, hiphoperos,
autóctonos, regionalistas, indígenas, qué son, una bola de idiotas que se
dejaron engañar, que se vendieron al maldito sistema? No creo. Participó quien
quiso y se acabó la alegata.
Pero
hey, pérate, que tampoco estoy loco y tengo mis objeciones. ¿Por qué aparecen tanto sólo algunos y a
otros casi ni los fuman? ¿A poco Luis Villoro, Diego Luna, Amandititita o
Daniel Giménez Cacho son los portavoces de todos? ¿Qué, no hubo chance de tener
testimonios de otros? ¿Por qué Chavela
Vargas sí y Oscar Chávez no? ¿Por qué ya mero se convierte el documental de Antonio
Velasco Piña y a Héctor Aguilar Camín y a Elenita ya mero ni les pelan? Sí, hay
fallas de equilibrio en presencias, pero el documental ya se hizo y ni modo.
Así se queda.
Ver
Hecho en México es un intento de vernos al espejo. Nada tiene de malo. Si no te
gusta lo que ves te aseguro que, al menos, disfrutarás lo que escuches.
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