Por
Joaquín Peña Arana
No
cuestiono su calidad como director pero ¿hasta qué punto es, en verdad, el gran
realizador que dicen que es?
Mi
comentario no es mala onda. Se trata de
esto.
¿Qué
ha hecho Spike Lee? Bueno, filmes que en su momento conmocionaron por dos
motivos: abordar el tema del racismo y el hecho de ser dirigidas por una
persona negra. Suena políticamente incorrecto pero ¿acaso es de otra forma?
Lee
pegó al principio de su carrera por filmes como Haz lo Correcto y Jungle Fever.
Luego vino Malcom X, considerado – me parece – la película más importante de la
cultura negra estadounidense. ¿Recuerda
cómo inicia Malcom X? Se escucha un incendiario discurso del líder negro
mientras se intercalan imágenes de la golpiza a Rodney King. En su momento, utilizar el video le funcionó
de maravilla al filme, Denzel Washington otorgó una soberbia actuación y el
guión de la película estuvo basado en un libro de Alex Haley (el mismo que
escribió Raíces), ah, y al último aparece Nelson Mandela. A la distancia, con
la cabeza más fría, analicémoslo: ¿en verdad Malcom X es tan grande como dicen
o es que elogiarla hasta la locura es lo que hay que hacer para no verse uno
mal?
Y
que no se entere Spike Lee que no me estoy expresando bien de Malcom X porque
ahí viene el otro detalle a comentar. ¿Ya se fijaron que Lee es más conocido de
unos años para acá por lo que opina, no por lo que dirige? Que si no hubo
negros en la película de Eastwood, que si golpearon o mataron a alguien de raza
negra, que a Spike Lee no le gustó Django sin Cadenas porque la esclavitud
negra no es un espagueti western. Insisto:
no cuestiono la calidad de Lee como creador pero me pregunto, hasta qué punto,
se nos pasa la mano en ceder o elogiar por el sólo hecho de aparentar ser muy
rebeldes o críticos porque, parte del show, es apoyar a alguien con la lengua
larga.
Claro
que no me opongo a fijar posiciones y por mucho que me decepcione una película
estoy consciente del enorme esfuerzo detrás de la puesta en marcha para su
realización. Son sólo algunas preguntas
que me hago de vez en cuando. Es algo que me ha perseguido de unos años a la
fecha: tener dudas sobre si lo que me dicen que es grandioso o contestatario realmente lo es. Me gustaría que Spike Lee me
callara la boca pero no pidiéndole a sus fans que inunden mi Facebook con
mensajes o que me hagan bullying en Twitter, sino con una película de esas que
se me queden el corazón. No pido más.
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