domingo, 18 de octubre de 2015

DIRECTO A CORAZÓN (DANNY COLLINS)





Por Joaquín Peña Arana


Érase una vez un monstruo del rock que en el ocaso de su vida tiene un despertar de conciencia. Y todo gracias a John Lennon. Sí, es cierto lo de la trama lineal y los clichés pero, qué caray, yo no iba a perderme una de Pacino. No esta vez.

A Pacino le ocurre lo que a otros de su tamaño: parece que ya no actúan o interpretan el mismo modelo, repitiéndolo una y otra vez. Pero siento que aquí hay algo distinto. Como que la historia le atrapó. Bueno, supóngome. A lo mejor me equivoco y para él sólo fue un papel más de los que le sirven para pagar su mansión y el avión privado. Viéndolo por ese lado, no se ve muy alejado del personaje.

¿Quién actuó mejor? ¿Pacino, Bobby Cannavale, Annete Bening, Jennifer Garner o Christopher Plummer? A ratos, parece que les gana Giselle Eisenberg (la niña). No la subestimen. Con esta lleva como diez apariciones en películas y series. A lo mejor se vuelve la siguiente Dakota Fanning, quién sabe.

Lennon. John Lennon. Excepto las biográficas, creo que nunca había visto una película con tantas canciones suyas. Uno que creció con él (con ellos) y lloró su muerte, sucumbir a la emoción resulta inevitable. Se nota que Danny Collins también llevaba a Lennon en el corazón. ¿Eso explica por qué recibió ese golpe directo cuando supo de la carta de John? Por cierto, es un buen agregado que, al final, aparezca Steve Tilston, contando de primera mano su historia. Fue a él quien le pasó lo de enterarse casi 40 años después que John le escribió una carta. Hasta donde se sabe le fue bien en la vida. Grabó más de 20 discos y jamás se volvió multimillonario. Fue fiel a su música. Quién sabe qué hubiera pasado de haber recibido la carta de John.

Confieso que, hasta el momento, nunca me ha pasado lo del toque mágico que nos cambia la vida (como a Danny y la carta de Lennon). A lo mejor no ocurrirá. Por lo pronto, no importa. Como a Collins, para algunas cosas de la vida no es tarde. No mires hacia atrás. No mires hacia abajo.

Ah, digan lo que digan es plancentero escuchar a Al Pacino cantar. Deberían lanzarlo como sencillo.

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