Por Joaquín Peña Arana
¿Y si en verdad pudiéramos ir a un lugar donde nos borren los recuerdos que no queremos? Clementine y Joel vivieron muy felices dos años juntos hasta que la relación se desgastó. De hecho, Clementine decidió borrar a Joel, él acudió a Lacuna Inc. por despecho. Me he preguntado si tendría que ir alguna vez. Por lo pronto, el único recuerdo que me gustaría borrar es el de una tipa quien me hizo la existencia insoportable y a lo mejor ni cuenta se dio (supongo está demasiado acostumbrada a valerse de la gente) pero ¿y qué tal si la vida nos vuelve a convocar? A la hora de la verdad y con el proceso iniciado, Joel no sólo se arrepiente sino lucha por quedarse con un recuerdo de Clementine, uno pequeño. A veces nos basta con eso.
Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos es una gran película, dicen que se ha vuelto de culto. Para quienes lo dudan, ahí está, Jim Carrey sí sabe actuar. Kate Winslet está maravillosa en el papel y Kirsten Dunst, Elijah Wood (sacudiéndose lo hobbit) , Tom Wilkinson y Mark Ruffalo, todos quedan muy bien, no hay miscasting. Me pregunto cómo planifica y realiza Michel Gondry, es como echarse un chapuzón en la mente y diseccionarla. Claro, se necesita un guión tipo Charlie Kaufman para mejores resultados. Si la ven en DVD escuchen los comentarios.
Hay quienes desprecian esta película pero yo la considero entrañable, de esas que lamento no haberla visto en el cine. Y en cuanto a mis recuerdos, creo que también necesito ir a un lugar donde me ayuden a recuperarlos, he olvidado ciertas cosas que no debería. Ni preguntes, no estás en la lista. En cambio, tú jamás te irás.
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