domingo, 23 de enero de 2011

¿QUÉ PASÓ CON LA MEXICAN WAVE?




   Por Joaquín Peña Arana
   
   Porque así le llamó el New York Times, en su momento, a la ruidosa irrupción que los mexicanos protagonizaron al tomar por asalto la industria hollywoodense. ¿Se acuerdan cuando El Laberinto del Fauno, Babel y Niños del Hombre estaban en boca del mundillo cinematográfico y González Iñárritu, Del Toro y Cuarón ofrecían entrevistas conjuntas, hablaron  en el congreso mexicano y  aparecieron en la 79º entrega del Oscar? Acuérdense: como nunca antes hubo tantos mexicanos en las nominaciones. ¿Qué ha pasado desde entonces?

   Lo que me refrescó la memoria fue un número de la revista Letras Libres. Para celebrar su centésima edición, lanzó a la calle un especial dedicado al cine mexicano. Los artículos estrella retomaban conversaciones y análisis en torno a González Iñárritu, Cuarón, Del Toro, Salma Hayek, Diego Luna, Guillermo Arriaga, Gael García Bernal, Carlos Cuarón. Los colaboradores de cajón de la revista aderezaron con reflexiones y recuentos de cintas relevantes. Es un interesante número, definitivmente de colección el cual, a la distancia, ofrece un sólido punto de partida de la efervescencia que se vivía en ese entonces (el artículo de Carlos Cuarón sobre el guionismo es valioso y contrapuntea la postura de Arriaga).

    ¡Claro que me aventé la entrega del Oscar de ese año! Afortunadamente no hubo nada irracional que se me interpusiera (¿te acuerdas, Lupita, de nuestra Oscar party?).  Viví el lacerante momento de ver derrotada a El Laberinto del Fauno y Babel y Niños del Hombre. Perder las nominaciones que ya consideráramos nuestras. Y desde entonces…¿Qué onda?

     El cine mexicano ha continuado con su producción, dando tumbos, sin la difusión necesaria, sin los apoyos que requiere. No se ha detenido pero tampoco ha despertado. El resto de las súper estrellas mexicanas que ya conocemos siguen su chamba, la vida no se les detuvo. ¿Qué faltó entonces para capitalizar ese momento? Las puertas del cine mundial no se cerraron pero lo óptimo es que hubieran quedaron abiertas de par en par.

     ¿Habrá que sorprender con una nueva oleada? Más bien, habría que poner en práctica eso que los grupos racistas en Estados Unidos tanto temen de México. Los bueyes están convencidos que la migración ilegal desde nuestro país es parte de un elaborado plan, a largo plazo, para recuperar las tierras perdidas. Luego entonces, qué tal si eso lo ponemos en práctica pero invadiendo su industria de poco a poquito. Cuando se den cuenta, los mexicanos y mexicanas no iremos sólo a limpiar sus casas y jardines: les ofreceremos arte y entretenimiento de calidad. Y ya no se fijarán en nuestro color de piel ni en lo exótico de nuestros apellidos.



1 comentario:

  1. No es culpa de los gringos el lento avance de nuestro cine.
    Salvo EEUU y quizas dos paises más, no hay industria cinematografica 100% autosustentable en el mundo.
    Hay que hacer películas rentables aunque sean mediocres para así poder financiar el cine de calidad. Si no, vamos a seguir dependiendo de las dadivas de papa gobierno, de las sobras de Hollywood o de las coproducciones con otros paises

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