Por Joaquín Peña Arana
Cómo está la onda? Porque yo todavía siento calientitas calientitas las duras críticas que Biutiful recibió, recién estrenada. Eso sí: a la vez que había intentos de sepultar la carrera de González Iñárritu y llamar a Guillermo Arriaga como bateador emergente, coincidían en que lo mejorcito lo mejorcito era la actuación de Bardem. “El resto, para olvidar”, palabras más, palabras menos. ¿Entonces la nominación al Oscar qué fue, un regalo para que no se deprima el pobre?
“Pero si serás bruto. ¿Qué no entiendes que en hollywood lo único que importa es el billete? ¡Esa nominación es producto del cabildeo, tráfico de influencias, pura corrupción!” Ah, caray, cómo no me di cuenta antes. Porque si a esas nos vamos, entonces González Iñárritu es algo así como un Santo Grial por el que vale invertir todo el dinero del mundo y las productoras son capaces de todo. “El Negro se compró la nominación”. ¿Ah, sí? ¿Cómo? ¿Puso de su propio bolsillo o le pidió a Nike que se mochara para la mordida? “Es la academia mexicana la corrupta y también la española: las dos se confabularon para conseguirle la nominación”. Ahhh bueno. Si ese es el asunto, entonces ¿por qué no compraron de una vez la nominación a Mejor Película? Y de paso también la Copa del Mundo, háganle el favor completo al país.
Si alguien tiene el total convencimiento que hubo truco y la nominación es producto de puros malditos intereses y (ojo) tiene la capacidad para demostrarlo, por favor, háganos el inmenso favor de hacérnoslo saber. Me comprometo a colocar su respuesta en este espacio para que todos y todas nos enteremos de las oscuras y perversas complicidades en la industria fílmica mundial.
Ah, y no se me pasa el pequeño, pequeñisimo detalle de cómo Biutiful, una película filmada en España con actores españoles representa a México. Pero eso lo discutimos otro día, ¿sale?
El oscar es un premio a la popularidad, no un reconocimiento tal cual al cine de arte, creo que si quisieramos hablar de reconocimiento de arte, hablaríamos de cannes, en el caso de el oscar, Inarritú como buen socializador cada vez se hace de más amigos y ellos votarán por el, es un reconocimiento a su popularidad, no a su oficio tal cual, creo que cada vez se vuelve más autocomplaciente, le hace falta darse un buen frentazo para que retome la garra y rabia de amores perros...
ResponderEliminarRVJ saludos!
Gracias por tu comentario. Confiemos en que el tiempo o un sonoro frentazo le ofrezca a Iñárritu la posición merecida. Saludos.
ResponderEliminarRealmente para mi lo interesante es eso que mencionas y dejas para otro dia: una pelicula en su mayor parte española representa a Mexico solo por que el director es mexicano. Entonces el Harry Potter de Alfonso Cuaron y el Hellboy de G del Toro podrian haber participado como peliculas mexicanas.
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