EL SANTOS VS LA TETONA MENDOZA

Por Joaquín Peña Arana

Es un churro, pero churro churro churro churro churro.

Nomás vi los créditos de apertura con Jefferson Airplane de fondo, empecé a tener mis dudas: “¿qué no debería ser alguno de los consentidos de la izquierda nacional como Molotov o Botellita de Jerez?”. El golpe demoledor vino cuando escuché, por vez primera, la voz del Santos…”ya valió madre”, algo así pensé.

Quizás la culpa fue mía. Años y años de leer El Santos en el Histerieta de La Jornada imaginándome la voz como ronca, ruda, aguardentosa…y me van saliendo con Daniel Giménez Cacho.  ¿Qué, no alcanzó para Jesús Ochoa o ¡ahí tenían ya a Joaquín Cosío! Del resto, no me quejo, en especial Regina Orozco, ya estaba predestinada a ser La Tetona.

El resto es de una podredumbre argumental que tranquilamente rivaliza con gringadas al estilo Un Desastre de Película y parecidas. ¿De modo que no alcanzó más imaginación que hacer parodia de Batman, Rocky, La Lista de Schindler, Naranja Mecánica, Escape a La Victoria? ¿O fusilarse a Súpercampeones o a Ren y Stimpy? ¡Ah, y con música clásica a diestra y siniestra, pá que vean!!

¿Qué es El Santo vs La Tetona Mendoza? Una película para los fans de Jis y Trino, los incondicionales de La Jornada y la jauría izquierdista/izquierdoide que pulula en nuestro país, quienes no se caracterizan por practicar aquello de “está bien, no concuerdo con tu opinión pero la respeto”. ¡Ni madres! Para ellos y ellas si la película no te gusta eres un mugroso zombi de Sahuayo.  No faltará quien esgrime mil y un justificaciones, “sí, tiene sus fallas pero ¿qué esperabas, cine de arte? ¡Es El Santos, es Jis y Trino! ¡Vete de aquí, estúpido enajenado, te lavaron el cerebro, eres un patético inculto” y bla bla bla bla.

Además, tienen a la izquierda, a los 132 y grupos semejantes de su lado. Quizás sean suficientes para recuperar la taquilla.  Y si no, pueden escudriñar las entrañas del Santos en busca de ese jugoso y delicado toque de mota que, como bien aprendimos, todo lo puede.