Por
Joaquín Peña Arana
¿Qué
hacemos con una cinta de este tipo?
De
entrada, están Jack Nicholson y Morgan Freeman.
¡Nicholson y Freeman! Pero veámoslos en sus respectivos papeles. ¿Están
actuando o sólo repitiéndose? Freeman tal parece que se cuida demasiado. No
acepta papeles que lo saquen de interpretar al mismo hombre negro de edad
madura con mirada serena y voz asertiva.
¿Final
predecible? Bueno, no mucho, pero sí el resto de lo que va ocurriendo. Si un
tipo a la medida de los papeles que interpreta Freeman coincide con un tipo
gruñón al estilo que Nicholson encarna, lo que sigue es el proceso en que el
maldito blanco ricachón cae seducido por la forma de ver la vida de su
compañero, aunque los dos se estén muriendo.
El
resto, pues, es de ese tipo de cosas que uno quisiera le ocurrieran de vez en
cuando.. Eso de enfermarse (no necesariamente
en fase terminal) y ser colocado con un adinerado lo lleve a dar la
vuelta al mundo, pues, órale, dónde hago fila.
Hasta ahí el comentario sardónico. Lo otro es lo que el resto de la
gente que ha visto la película ya sabe: ¿qué harías si supieras que tus días
están contados?
Estoy
convencido que, por muy hollywoodense o banal que parezca una película de ese
tipo, tienen su validez. No creo que le haga daño a alguien ver Antes de Partir. Sirve para algo. Para
detenernos un poco, examinar nuestras vidas. Hacer nuestras propias listas.
Tengo
una amiga que, digamos, le han pasado algunas cosas. Pero es fuerte, muy
fuerte. Hace algunos años tomó la decisión de vivir su vida lo mejor posible,
con intensidad, y eso no significa que se la pase de vida loca. Al contrario.
Si mal no recuerdo, antes que saliera esta película hizo su propia lista
y estaba buscando cumplir sus deseos (deseos bueno, no como los que tienes en
mente).
¿Qué
hacemos con una cinta de este tipo? Recomendarla. Es buena y algo positivo nos
puede dejar, aunque Nicholson y Freeman
actúen intepretando a Nicholson y Freeman.
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