lunes, 29 de abril de 2013

SKYFALL






Por Joaquín Peña Arana  



Sí, yo también era un detractor de la elección de Daniel Craig como James Bond.

Cuando vi la versión de Casino Royale para lanzar esta nueva etapa Bond, dije “se acabó el glamour y aparte perdieron la brújula” (en realidad pensé “ya valió máuser” pero ambas frases van de la mano). Y no fue todo. Voy viendo que el Bond de Craig ¡se enamora! y no manches, sale en escenas tipo película de Cary Grant, chorreando miel por todas partes, ¡no inventes! Y no era culpa de Craig, su trabajo fue formidable.

Sentí que las cosas más o menos se empezaron a emparejar con Quantum of Solace. Seguía siendo rudo rudísimo pero, además de ser el primer Bond en vocho, como que el personaje estaba cuajando (mención aparte: Joaquín Cosío estuvo muy bien pero Jesús Ochoa, híjole, con esa barba falsísima, sin decir siquiera “yes, sir” y me lo mataron muy rápido).

Skyfall es como el equilibrio entre las dos eras Bond. Siguen viajando por el mundo pero en esta ocasión la historia aterriza en el lugar donde todo comenzó.  El Bond de Craig se vuelve humano, con debilidades y conflictos interiores (aunque Craig no fue el primero. Eso inició con Pierce Brosnan). Regresaron elementos tradicionales como el típico “Bond, James Bond” durante una charla o el homenaje al pasado con el Aston Martin y la reincorporación de personajes secundarios pero queridos por los fans. También retornó el súper villano pero en una versión evolucionada, refinada; el Raoul Silva de Javier Bardem parece chico Almodovar pero va con los tiempos, sin caricaturización.

Skyfall es un deleite de principio a fin pero también es intriga, revelación y cambio generacional. Ahora no nos queda duda: ya sabemos dónde nació Bond y que Bond, efectivamente, se llama Bond. Es medio surrealista que la M de Judi Dench haya estado con dos Bonds totalmente diferentes y al de Craig lo trate como si fuera el de toda la vida. Skyfall es, también, un gran homenaje para Judi Dench, ¿no se dieron cuenta?, ella es la Chica Bond de esta entrega. 

¿Qué más qué más?, pues es que parece que todo salió como hecho a la medida. Sam Mendes hizo un gran trabajo en la dirección y tener a Adele con la canción-tema en los créditos fue algo así como evocar a los clásicos.

Ah, por cierto, Skyfall coincidió con el quincuagésimo aniversario de la existencia de James Bond en la pantalla grande. Creo que no hay quejas: el plato fuerte estuvo digno de celebración.




No hay comentarios:

Publicar un comentario